En el mundo del desarrollo de software, el concepto de deuda técnica (technical debt) es muy conocido: se refiere a las decisiones rápidas o subóptimas que se toman para salir del paso o dar solución a emergencias o necesidades rápidas y que, con el tiempo, generan costos de mantenimiento, problemas de escalabilidad o incluso bloqueos operativos.
Pero ¿qué pasa cuando llevamos esta idea a un sitio web corporativo? En Apros, hemos analizado cómo muchos sitios terminan acumulando deuda técnica invisible: desde plugins sin soporte hasta arquitecturas web no escalables o mal pensadas desde el inicio o incluso hacer correcciones pequeñas en el sitio web. Y el problema es que esa deuda la termina pagando tu empresa.
El término fue introducido por Ward Cunningham, uno de los creadores del Manifiesto Ágil, quien la comparó con una deuda financiera: puedes salir del apuro ahora, pero pagarás intereses con el tiempo (Cunningham, 1992).
Aplicado al desarrollo web, la deuda técnica puede tomar muchas formas:
En nuestra experiencia hemos visto que esta deuda es más común de lo que parece y puede hacerse cada vez más grande si no hacemos algo al respecto.
Según un estudio de Stripe y Harris Poll (2018), los desarrolladores gastan más del 33% de su tiempo lidiando con deuda técnica en proyectos digitales. Eso no solo impacta en costos de desarrollo, sino también en tiempo de respuesta, innovación y experiencia de usuario.
En negocios digitales, esto es crítico: cada segundo extra de carga reduce conversiones y confianza. Cada limitación del sitio reduce tu capacidad de competir.
El mundo digital no es estático, y tu sitio web tampoco debería serlo. En Apros creemos que un sitio bien construido no solo se ve bien hoy, sino que está listo para crecer contigo mañana.
Evitar la deuda técnica no es una moda: es una estrategia a largo plazo para cuidar tu inversión, tu tiempo y tu reputación.
Stripe & Harris Poll. (2018). The Developer Coefficient Report. Stripe.com
Deuda técnica en sitios web: el costo oculto de tu página